No les haces demasiado caso.
Están ahí abajo, escondidos en zapatos, zapatillas o tacones.
Caminan contigo, te llevan al trabajo, aguantan días enteros de pie, sostienen cada paso, cada carga, cada carrera.
Pero cuando algo empieza a doler, a pinchar, a incomodar… entonces sí los miras.
Solo que a veces ya es tarde.
En Policlínica Joaquina Eguaras recibimos a menudo a personas que llevan meses —incluso años— conviviendo con molestias en los pies.
Uñas encarnadas, callos que duelen al caminar, juanetes que van empeorando, dolores en la planta que te obligan a cambiar la pisada…
Y siempre nos hacen la misma pregunta: “¿Por qué no vine antes?”
El error de posponer lo pequeño
Muchos piensan que lo de los pies no es importante.
Que un dolorcito al andar ya se pasará.
Que no merece la pena ir al podólogo “por una tontería”.
Pero eso pequeño se convierte en algo grande.
Un mal apoyo puede afectar a las rodillas, a la espalda, al descanso.
Una uña mal cortada puede acabar en una infección seria.
Una piel seca mal tratada puede provocar grietas, sangrado o infecciones si eres diabético
El podólogo no es un lujo, es una necesidad
No se trata solo de estética, ni de “hacerte un arreglo”.
La podología es salud.
Es diagnosticar problemas que no se ven a simple vista.
Es prevenir lesiones mayores.
Es corregir la pisada para que tu cuerpo entero funcione mejor.
En nuestra clínica, la consulta de podología es uno de los espacios donde más vidas cambiamos sin que nadie lo espere.
Porque cuando dejas de tener dolor al caminar, tu día a día mejora.
Cuando apoyas bien el pie, descansas mejor.
Cuando te olvidas del calvario de cada paso… hasta tu humor cambia.
¿Cuándo deberías venir al podólogo?
- Si tienes durezas o callos que vuelven una y otra vez.
- Si las uñas se clavan, se engrosan o cambian de color.
- Si tienes pie plano, juanetes o dolor al caminar.
- Si haces deporte de forma regular.
- Si notas hormigueo, entumecimiento o pinchazos.
- Si eres diabético o tienes problemas circulatorios.
- Si te duelen las piernas al final del día.
Y también si, simplemente, hace más de un año que no revisas tus pies.
Caminar sin dolor es un derecho
No te acostumbres a vivir con molestias.
No esperes a que algo se complique para buscar solución.
Tus pies lo hacen todo por ti.
¿No crees que merecen un poco más de atención?
En Policlínica Joaquina Eguaras te esperamos con especialistas que te escuchan, te tratan y te ayudan a volver a caminar con libertad.
Sin dolor. Sin incomodidades. Sin excusas.
Llámanos, pide tu cita.
Y vuelve a disfrutar de cada paso como mereces.





